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Competitividad y desarrollo económico: el papel central de las personas de mayor edad

El impacto del envejecimiento de la sociedad tiene múltiples vertientes y las más señaladas aluden a la sostenibilidad de los sistemas de protección y de los espacios socio-sanitarios. Asimismo, en la medida en que las empresas recuperan el ritmo de contratación, renace el reto de la captación del talento como una preocupación prioritaria a la vista de las necesidades crecientes de sustitución y nuevas incorporaciones.

La cuestión es ¿cuánto de envejecidas son las empresas guipuzcoanas? y, dicha situación, ¿qué impacto tiene en la gestión participativa del papel de las personas en las organizaciones? IKEI viene trabajando en estos temas desde hace algunos años, especialmente en Gipuzkoa y con el apoyo de la Diputación Foral.

Personas de 55 y más años, sobre la afiliación total de Gipuzkoa (%)

 

La información procedente de los estudios de IKEI muestra que el 17% de las personas afiliadas en Gipuzkoa (régimen general) tiene entre 55 y 64 años y, entre 2013 y 2017, esta ratio ha aumentado en dos puntos porcentuales. A ello se suma que el 14% tiene ya, entre 50 y 54 años.

¿Cuál es el efecto de este evidente envejecimiento? En cinco años, el 19% del empleo de Gipuzkoa tendrá más de 55 años y serán más de 45.000 personas.

Indicadores relativos a la edad de las personas que trabajan en  Gipuzkoa

Es evidente que será un colectivo con una dilatada trayectoria profesional (más de 35 años) lo que supone conocimiento y experiencia, pero también cansancio y falta de motivación. Es por ello que, el 57% de las personas de 50 y más años se jubilaría -en cuanto se lo ofrezcan- salvaguardando los ingresos actuales y futuros. Además, dos de cada tres personas senior cambiaría sus condiciones laborales en la etapa previa a la jubilación y un tercio reduciría su jornada.

Estas respuestas conviven en un escenario social en el que la (única) gestión de la edad ha sido la salida del mercado laboral (pactos, contratos de relevo, pre-jubilaciones,…) que, a corto plazo, parece menos probable ya que por otras razones prevalece el cumplimiento de la vida laboral hasta la edad legal.

Estas personas trabajan en las empresas guipuzcoanas y, de hecho, un tercio de las empresas –descontado el autoempleo y las empresas de pequeña dimensión- tiene ya una ratio de personas senior superior al 20%.

¿Cómo se afronta la gestión de la edad?  Para empezar, parece que a día de hoy falta diagnóstico (cuántas personas, en qué puesto, cómo afecta, con qué necesidad de reposición…) más allá de resolver “sobre la marcha” las situaciones de salida que se plantean cada año. Solo una de cada tres empresas cuenta con un protocolo específico, que planifique la situación. En organizaciones avanzadas y participativas habría que considerar el peso de un colectivo de “edad” y su visibilidad: actualmente, apenas existe presencia de gestión de la edad en otros ámbitos como la salud laboral, la formación y las necesidades de re-capacitación, la gestión de la carrera profesional o la participación en el capital (¿cómo afrontar las salidas o incentivar las entradas?)…aspectos todos ellos que afectarán directamente a la competitividad de los proyectos empresariales, ya que incide directamente en la motivación, la implicación y el desempeño cotidiano en modelos de empresa en los que las personas son la clave.

El desarrollo de esta línea de trabajo por parte de IKEI –con el apoyo de Diputación Foral de Gipuzkoa. Departamento de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial- ha generado una base de conocimiento directo de la realidad de las empresas guipuzcoanas y genera un espacio de colaboración en el diagnóstico e implementación de medidas orientadas a la participación de las personas, con la finalidad de construcción del sistema del gestión que mejora se adapta a cada del proyecto empresarial.